Grabadora: Muertos de medio [Milenio Jalisco]

Columna de Gonzalo Oliveros donde habla sobre el panorama radiofónico tapatío para este 2012.

Gonzalo Oliveros

2011-11-04 • Acentos

Hoy en día, la radio está contaminada, dañada y minimizada. Sin embargo, aún tiene esa generosidad que, directivos, creativos y locutores, desdeñan.

En la anterior entrega, prometí ahondar en lo que nosotros, en los medios masivos de comunicación, ofrecemos a las audiencias con el objetivo de ganar en rating.

Y en estas dos semanas, los medios han dado todo tipo de sorpresas, de enlucubraciones. Y hasta de trascendidos que hacen cuestionar si, en realidad, se realiza una labor con orientación hacia el público o si solo nos hacemos como el tío Lolo.

Revisemos la radio y lo que nos ofrece pero, a diferencia de la televisión, aquí tiene peculiaridades que nos hacen ir un poco más allá del contenido.

Durante la década de los ochenta, la radio capitalina tuvo una transformación en formatos que impactó a las demás ciudades del país de forma distinta. Una de esas transformaciones fue el inicio del traslado de las estaciones habladas de AM a FM. En realidad, a nivel mundial no se da este fenómeno porque los propietarios de cualquier banda invierten grandes cantidades de dinero en la actualización tecnológica de sus estaciones. La razón es simple: son suyas. En México no: son concesiones que el Estado puede quitar en cualquier momento. En un país donde la información era poder y el poder solo podía tenerlo el gobierno y sus cómplices, la concesión era el arma más rápida de chantaje, la espada de Damocles contra los radiodifusoras.

Así, los empresarios de radio en gran medida decidieron echar la leña ya no a sus transmisores de AM sino a FMs musicales que no necesitaran más equipo que un merolico y cartuchos. Cientos de cartuchos.

Así, en los ochenta. Ante la. Oxidación del AM para el publico A/B –principal consumidor de noticieros–, la radio hablada comenzó su mudanza a la Frecuencia Modulada. Eso transformó para siempre a la radio mexicana y la mandó por un camino distinto a los que, de otras formas, tiene la radio de otros lados.

Hoy en día, la radio está contaminada, dañada y minimizada. Sin embargo, aún tiene esa generosidad que, directivos, creativos y locutores, desdeñan.

MÚSICA- Sí, aun existe el merolico, la payola, el intercambio monetario o en especie entre estaciones y disqueras a cambio de rotación de propuestas musicales. La radio popera se empequeñece a 20 canciones más otras 20 que le interesan al programador para llegar a 40 principales timos al radioescucha. ¿Propuesta? Ninguna, podríamos cambiar equipos enteros entre ellas y serían los mismo. Esperen: lo han hecho.

Lo mismo sucede en las estaciones habladas o gruperas; estas últimas con un añadido: en zonas del país se han vuelto la rockola del narco. Hay ciudades donde la Z no es salvajemente grupera, sino la estación pirata del grupo delictivo. Y no es broma.

HABLADA- Al pase en el DF de lo hablado a FM, diversos grupos en el país imitaron el modelo. Poco a poco, ante la anemia de propuestas musicales inteligentes, estaciones habladas de las grandes ciudades tomarán los espacios que, por décadas, eran dedicados a la música. Lo veremos en Guadalajara en días próximos. No es de alegrarse, es una muestra de la incapacidad de generar contenidos atractivos donde la idea pueda más que la demagogia, la entrevista pagada, el radio hecho con enlaces de celular.

El 2012 será el año de las combos y la radio HD. Debiera ser el año del renacimiento del medio, del entusiasmo de nueva gente por entrar en él y transformarlo.

Por desgracia, no será así. La radio nacional del 2012 será un reflejo del país: en zozobra, desorientado, triste.

La radio que no nos merecemos.

Vía: Milenio Jalisco

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